El fin de la convivencia/integración.
La campaña de
Donald Trump quizás no le lleve a la presidencia pero los efectos serán iguales. Va a acabar con los intentos de asimilación de los 60 millones de hispanos que viven en
EEUU. Esta cifra es enorme y ha cambiado la demografía de muchas regiones del país, principalmente las que históricamente pertenecieron a la civilización hispánica. Sin embargo, hay un alto riesgo de que las generaciones que han nacido allí pierdan su cultura y terminen como los afroamericanos - gente privada de cultura propia para acabar como ciudadanos de segunda clase para siempre. Sólo estamos en los inicios del proceso, pero está clarísimo que los rencores que la campaña de
Trump ha iniciado van a continuar hasta romper una vez por todas la ilusión de que
EEUU como sociedad no sea
antihispánica.
Tres reacciones posibles.
Los hispanos pueden reaccionar de tres maneras. (a) Un porcentaje muy exiguo elegirán la asimilación completa, su origen hispánico presente sólo como detalle folclórico sin influencia en la cultura o ideas - y aquí tenemos los ejemplos de Marco Rubio y
Ted Cruz. (b) Optar por el partido Demócrata y su visión de la identidad nacional. El problema es que esta identidad (una nación de minorías unidas por el liberalismo)
es sólo retórica y no va a funcionar ya que los anglos empiezan a dejar clara su verdadera postura hacia los hispanos. Esta postura siempre ha sido radicalmente negativa.
(c) Reconocerse como miembros de otra civilización y dueños legítimos de gran parte de
EEUU de hoy.
Hasta ahora, a los hispanos de EEUU les han faltado unidad y conciencia de su identidad global. El hecho de que en EEUU haya muchos pueblos hispánicos mezclados entre sí, y con un nuevo elemento ya - el desprecio sin disfraz de los "anglos" representados por Trump - los va a ayudar a sentir su unidad esencial. Los angloamericanos son ya minoría en estados como California y Nuevo Méjico, donde los hispanos están cerca de la mayoría absoluta, siendo además muy mayoritarios entre los jóvenes y obreros.
Una Presidencia Trump - ¿La jubilación del policía mundial?
A pesar de su retórica,
Donald Trump posee bastante sentido común en cuanto a
la política exterior. A diferencia de los
Bush y
Clinton que trajeron las guerras inútiles de las que
aún sufrimos las consecuencias,
Trump quiere menos aventuras. Además, está claro que
los problemas internos, consecuencia de su política
antihispánica, y sus ideas de repliegue económico
frente a China, producirán un estado norteamericano mucho menos presente en los asuntos del mundo.
Representaría la jubilación del policía del orden
poswestfaliano y es por lo tanto, beneficioso para el mundo. Sin embargo, la vuelta de las grandes civilizaciones no comportaría un mundo muy cómodo ni mucho menos. Las economías sufrirán trastornos como resultado del debilitarse del modelo
globalista. La civilización barroca lleva tres
siglos marginada por el nacionalismo y el “mercado“. La decadencia del sistema
poswestfaliano no sólo representa una oportunidad para
el resurgir de nuestra civilización - no tenemos opción: al horizonte están civilizaciones opuestas que debemos contener si queremos sobrevivir.
¿Qué significaría la aparición del fenómeno hispánico en EEUU?
Como consecuencia de la campaña de exclusión ellos se reconocerán hisp
ánicos antes de todo.
Trump saldrá elegido quizás, pero habrá hecho un favor enorme al 20
% hispánico de la población estadounidense que en gran parte no ha podido ni ha querido ver su unidad esencial.
Es un favor también al mundo hispánico en general, consumido por las divisiones producidas por los nacionalismos e ideologías burgueses.