domingo, 31 de julio de 2016

Brexit - un gran avance para el Orden Barroco


El sistema burgues  que rechazamos siempre se ha constituido en dos ramas que corresponden a las dos corrientes de pensamiento que salen de la Ilustración. La primera, supuestamente racionalista, fue la Revolución Francesa y los regímenes modernos inspirados por ella (varios sistemas europeos continentales, por ejemplo). La segunda fue la corriente romántica conservadora. Hoy su representante principal se llama a veces "Anglosphere". Que no haya duda: ambas ramas han sido enemigos mortales del Orden barroco. Si la Francia de Napoleón acabó con  Génova y Venecia, Gran Bretaña ayudó a destruir el reino de Nápoles. Estados Unidos ha sido un enemigo implacable del orden tradicional en toda América Ibérica y  en Filipinas.

Europa y el Mediterráneo son el centro del mundo y lo que sucede en la Unión Europea es de gran importancia. La salida del Reino Unido limita drásticamente su capacidad y la de Estados Unidos para influir en el continente. Este acontecimiento es particularmente significativo dado  la posible llegada del  aislacionismo y unas divisiones internas profundas en EEUU en caso de una presidencia Trump. No nos gusta por nada la cultura laica y burguesa que domina países como Francia. Sin embargo no cabe duda de que "Anglosphere" y todo lo que viene con ella se iba imponiendo en Europa. Lo que ha traído el 2016 para el Reino Unido y EEUU ha sido el comienzo del proceso de redimensionamiento "anglosajón" hasta la irrelevancia. Con el declive de la presencia política y cultural del RU y EEUU, el fin del crecimiento de inglés como lengua franca y el alejamiento de Europa de una cultura con fuertes prejuicios anticatólicos, Europa tiene una oportunidad.

El próximo campo de batalla es Francia. La amenaza islamista en ese país demostrará a los franceses que su cultura política basada en la Ilustración y el renacimiento es un fracaso absoluto de cara a ese desafío

martes, 8 de marzo de 2016

Trump desata el fenómeno hispánico.

El fin de la convivencia/integración.

La campaña de Donald Trump quizás no le lleve a la presidencia pero los efectos serán iguales. Va a acabar con los intentos de asimilación de los 60 millones de hispanos que viven en EEUU. Esta cifra es enorme y ha cambiado la demografía de muchas regiones del país, principalmente las que históricamente pertenecieron a la civilización hispánica. Sin embargo, hay un alto riesgo de que las generaciones que han nacido allí pierdan su cultura y terminen como los afroamericanos - gente privada de cultura propia para acabar como ciudadanos de segunda clase para siempre. Sólo estamos en los inicios del proceso, pero está clarísimo que los rencores que la campaña de Trump ha iniciado van a continuar hasta romper una vez por todas la ilusión de que EEUU como sociedad no sea antihispánica.

Tres reacciones posibles.

Los hispanos pueden reaccionar de tres maneras. (a) Un porcentaje muy exiguo elegirán la asimilación completa, su origen hispánico presente sólo como detalle folclórico sin influencia en la cultura o ideas - y aquí tenemos los ejemplos de Marco Rubio y Ted Cruz. (b) Optar por el partido Demócrata y su visión de la identidad nacional. El problema es que esta identidad (una nación de minorías unidas por el liberalismo) es sólo retórica y no va a funcionar ya que los anglos empiezan a dejar clara su verdadera postura hacia los hispanos. Esta postura siempre ha sido radicalmente negativa.
(c) Reconocerse como miembros de otra civilización y dueños legítimos de gran parte de  EEUU de hoy.
Hasta ahora, a los hispanos de EEUU les han faltado unidad y conciencia de su identidad global. El hecho de que en EEUU haya muchos pueblos hispánicos mezclados entre sí, y con un nuevo elemento ya - el desprecio sin disfraz de los "anglos" representados por Trump - los va a ayudar a sentir su unidad esencial. Los angloamericanos son ya minoría en estados como California y Nuevo Méjico, donde los hispanos están cerca de la mayoría absoluta, siendo además muy mayoritarios entre los jóvenes y obreros.

Una Presidencia Trump - ¿La jubilación del policía mundial?

A pesar de su retórica, Donald Trump posee bastante sentido común en cuanto a la política exterior. A diferencia de los Bush y Clinton que trajeron las guerras inútiles de las que aún sufrimos las consecuencias, Trump quiere menos aventuras. Además, está claro que los problemas internos, consecuencia de su política antihispánica, y sus ideas de repliegue económico frente a China, producirán un estado norteamericano mucho menos presente en los asuntos del mundo.

Representaría la jubilación del policía del orden poswestfaliano y  es por lo tanto, beneficioso para el mundo. Sin embargo, la vuelta de las grandes civilizaciones no comportaría un mundo muy cómodo ni mucho menos. Las economías sufrirán trastornos como resultado del debilitarse del modelo globalista. La civilización barroca lleva tres siglos marginada por el nacionalismo y el “mercado“. La decadencia   del sistema poswestfaliano no sólo representa una oportunidad para el resurgir de nuestra civilización - no tenemos opción: al horizonte están civilizaciones opuestas que debemos contener si queremos sobrevivir.

¿Qué significaría la aparición del fenómeno hispánico en EEUU?

Como consecuencia de la campaña de exclusión ellos se reconocerán hispánicos antes de todo.
Trump saldrá elegido quizás, pero habrá hecho un favor enorme al 20% hispánico de la población estadounidense que en gran parte no ha podido ni  ha querido ver su unidad esencial.
Es un favor también al mundo hispánico en general, consumido por las divisiones producidas por los nacionalismos e ideologías burgueses.